lunes, 19 de abril de 2010

EL TESORO ESCONDIDO


Estuvimos recorriendo el mundo
y todos los mundos posibles.
Estuvimos buscando un lugar
en el corazón del mundo.
Pero solo encontramos este lugar vacío,
donde una vez hubo un hermoso jardín
y hoy solo subsiste una flor marchita.
Hemos vivido el tiempo de las rosas
y hoy solo persiste su perfume..
Yo tenía guardada una mariposa azul
y hoy solo queda su recuerdo.

Vamos marchando por un largo camino
que se bifurca en sendas infinitas…
A veces perdemos el rumbo,
pero aún nos guía el lucero de la tarde
Y hacia allá vamos, siguiendo una utopía,
persiguiendo sueños que se escurren,
repartiendo poemas imposibles,
dibujando una estrella dorada.

Así continuamos buscando el tesoro escondido
y lo seguiremos buscando
hasta que el tiempo nos señale el final.

Todos los derechos reservados para © Susy Espeche. Prohibida la venta y reproducción de esta propiedad intelectual.

MAÑANA DE DOMINGO


Mañana domingo…
Despertaré con el alba,
con el trinar de los pájaros
que se filtran por mi ventana
Me levantaré despacito
refrescando mi rostro
Prepararé el desayuno
mientras alguna de esas tristes noticias
me acompañe, o mejor…
elegiré algún capítulo de la novela
esa que voy leyendo de a poco

Después……
Saldré a correr por los campos
que rodean la laguna
Saludaré a los flamencos
sin olvidar a los cisnes
que adornan el espejo de agua.
Escucharé los sonidos
de los pastos en la brisa
Llenaré mis pulmones de aire fresco
y regresaré algo cansada.

Luego…
bañaré mi cuerpo en la ducha
sintiendo las gotas resbalando en mi piel
Tal vez…
Encienda el computador
para abrir mi correo
y leer algún poema
mientras el agua se calienta en el fuego.
No lavaré los platos
ni repasaré la casa
en mi mañana de domingo.

Entonces…
Recién entonces…
Después de esa mañana
mía y sólo mía
Te despertaré con un beso,
un mate caliente
y un trozo de ese bizcochuelo
preparado el día anterior.

Todos los derechos reservados para © Susy Espeche. Prohibida la venta y reproducción de esta propiedad intelectual.

SOLO UNA MUJER

Solo soy una mujer

que un día escuchó un poema

y ya nunca pudo alejarse de las musas.

Que un día recibió una flor

y se enamoró de la naturaleza.

Que vive junto a una laguna

donde se rozan el agua y el cielo,

que adora el mar y la montaña,

que busca la felicidad esquiva,

como cualquier otra mujer.

Y que a veces, solo a veces,

la encuentra en un poema,

en un río, en el mar infinito,

en una melodía, en una flor,

en el amor o simplemente

en la compañía de sus hijos,

como cualquier mujer.


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